miércoles, diciembre 01, 2004

Luces de Noche...

(Por la Condesa y sus alrededores)

Hoy pienso hacer el review de un par de lugares en la multiconocida Colonia Condesa de esta ciudad capital, los cuales han sido destino para alguna celebración... ¡cualquier pretexto es bueno para celebrar!

LIGAYA

El primer lugar que visité en la Condesa hace ya algún tiempo por motivo del onomástico de un compañero (he de recordar que soy un n00b social) fue este bar. Tiene un ambiente muy cool y decoración minimalista. Se sitúa en la Av. Nuevo León en un edificio de dos plantas: la primera se utiliza para alojar un muy buen restaurante de corte internacional (que por cierto, me han recomendado mucho); la segunda, aloja el bar. Dos bebidas fueron las que tomé esa noche:
  • Ruso Blanco: una dulce combinación de vodka (obvio... no por nada es "ruso"), leche y chocolate blanco; a su favor tenía el de ser dulce, sin embargo pudo estar mejor si le hubieran puesto un poco más de chocolate.
  • Cerveza Pacífico: teníamos (poque no fui el único) que sacar "el mexicano que todos llevamos dentro", además de bajarnos el dulzor de las bebidas anteriores con la fresca amargura de una Sra. Graciela; la Pacífico tiene a su favor que es muy ligera en cuanto a sensación etílica y amargura, además de caer como anillo al dedo después de una ronda de pretzels saladitos.

La entrada que decidimos comer fueron unos Rollitos Primavera... hasta la fecha desconozco de qué estaban preparados... pero el hojaldre frito, el relleno bien sazonado y una salsa agridulce que los cubría han hecho de ellos uno de los mejores platillos que he comido.

EL GALLO

Después del partido Pumas-Tiburones, de una larga deliberación, de habernos perdido por la calle de Amsterdam, dando vueltas alrededor del Parque México (la frase de esa noche fue "creo que ese Superama ya lo habíamos visto antes... de seguro un dèja vu"), y de que nuestras esperanzas de encontrar lugar -ya fuera en el Hooka Lounge o en el Pub Celtics- se vieran desvanecidas, optamos por ir sin rumbo. De repente apareció a un costado de nosotros este pequeño pero agradable bar. Lo que nos atrajo fueron un juego de sillones al amparo de un tejado en la banqueta (uno de mis amigos le dió en llamar "un banqueta lounge"), además de un rico olor que salía de la cocina. Semajante a lo que pasó en el Ligaya, dos fueron las bebidas de la noche:

  • Bola de Melón: curiosa bebida que contenía midori, vodka y jugo de naranja; húbome gustado mucho esta bebida cuyo punto a favor fue lo dulce de sus ingredientes, pero en ese dulzor viene escondido el peligro de que "sube" muy rápido.
  • Cosmopolitan: bajo el conjunto de los martinis en la minuta, decidí saciar mi curiosidad al pedir esta bebida hecha con cointreau, jugo de arándano y jugo de limón; empero de cierta fama que ha ganado esta bebida, no me pareció algo fuera de lo común... sin pena ni gloria.

La entrada de la noche fueron unos Buñuelos de Camarón que, como su nombre lo indica, son pequeñas bolitas crocantes rellenas de un preparado sazonado de este marisco, espolvoreados de especias de la casa y acompañados de una salsa picosita cuya base es el ketchup.