lunes, octubre 25, 2004

El Doctor StrangeBus

(o cómo aprendí a dominar mi ira y no partirle la m4dre al microbusero)

Ni modo... hoy me tocó la de perder. Iba yo tan despreocupado... sin nadie con quién meterme, cuando abordé mi acostumbrado autobús. Todo parecía tan normal como otro día... cosa que no iba a ser así.

Me tocó como chofer un ente inferior o igual al Homo Habilis, el cual manejaba el susodicho vehículo automotor con exceso de descuido. Si no violó 11 de cada 10 artículos del Reglamento de Tránsito de Mexicalpán, no es trato. Pasóse altos, brincaba topes con singular alegría, echaba amistosas carreras con sus colegas de trabajo, pasaba aescasos micrómetros de raspar automóviles particulares, ¡la hecatombe total!... mientras los aterrados pasajeros buscábamos de dónde siquiera asirnos para no salir despedidos por alguna ventanilla.

Afortunadamente, una señora lo puso en su lugar gritándole dos que tres "frescas" (cosa que al ente le vino floja), al igual que un pequeño niño que ya se había pegado (levemente) contra un tubo... ese le soltó unas más gruesas. Lamentablemente, parecía que el Homo Microbusalensis (eslabón perdido entre el Australopitecus Africanus y un mono gibón) traía a dos que tres de su misma camada, rama, como quiera usted llamarle, los cuales se regocijaban cada vez que el chofer hacía una barrabasada. Podemos apreciar una gráfica que bien podría representar as is a los tipos a los que he hecho referencia (con el perdón sea de los de la foto):



Ya al llegar a mi cuadra, el tipo se quedó en el carril de extrema izquierda para bajar el pasaje (tratado como viles reses que van al matadero)... cosa que hizo derramar el colmo de mi paciencia (¡y vaya que soy paciente a excesos criticado!). Encomendándome a todos los santos habidos y por haber, anoté las placas del bus y decidí llamar a Locatel para reportar a persona tan incompetente (con suerte, tal vez hayan sacado la pluma para anotar la queja... con eso de que estamos en "La Jiudá de la Ejperanja"...)

* Tavo teme por su vida y la de los suyos, ya que le pidieron datos y no le permitieron la denuncia anónima

Sirva este testiomonial de WARNING a todo aquél que use el transporte público. Que no sólo se quede en queja aislada: fomentemos la Cultura de la Denuncia

Tavo2: Uy! Sí! Sobretodo con lo del "compló"
Tavo: Bueno... al menos que se aburran de las quejas!

{edit} Después de lidiar un poco con mi Síndrome de Estocolmo, decidí ennumerar los pocos, poquíiiiiiiiiiiiisimos buenos resultados de todo esto:

1) El servicio fue rápido
2) No subió tanta gente, ergo nada de amontonamientos insalubres
3) Ningún merolico, vendedor o payasito de crucero... punto a favor de mi bolsillo y mi cordura
4) ¡Más barato que un simulador para PC o un boleto de Fórmula Uno!